Llegamos a 1983. El año de los primeros transplantes (primeros transplantes de páncreas e hígado en España), del principio del fin de los vinilos con la aparición de su primo menor -el ‘CD’- o de los dos fatídicos accidentes aéreos en Madrid (284 muertos en apenas 10 días en Barajas) también sirvió para alegrar -cerca de Navidades- a los aficionados al fútbol en España.
Aquel año, el mundo también estaba ‘alborotado’.
Reagan, presidente de EE.UU., llamó ‘Imperio del mal’ a
Margaret Thatcher arrasó en las elecciones británicas.
Mientras 1.330 personas morían en un terremoto en Turquía el 29 de octubre, en Argentina, al otro lado del charco, se celebraban, el día 30 de ese mismo mes, las primeras elecciones democráticas tras siete duros años de
Por otro lado, el IRA mató en Londres a 6 personas e hirió a 90 en un atentado con coche bomba. Pero el mundo progresaba. Ejemplo de esto fue el lanzamiento de Nintendo de su NES, que conquistaba el mundo de las simples videoconsolas que había hasta el momento.
Y aquel año, 1983, también se fueron genios de la historia como el creador de Tintín (el belga Hergé), el Calandino de nacimiento Luis Buñuel o el famosísimo pintor Joan Miró.
Las melodías que más sonaban en las discotecas españolas en ese momento eran las ‘Canciones Profanas’ de Alaska y Dinarama, el gran éxito ‘Déjame solo’ de Los Chichos, Mecano y su disco ‘¿Dónde está el país de las hadas?’ o ‘Noche de Rock&Roll’ de Barricada. Otros discos internacionales eran ‘Flick of the Switch’ de AC/DC, ‘Infields’ de Bob Dylan, ‘Synchronicity’ de The Police, los Rolling Stones con ‘Undercover’, ‘War’ de U2, ‘Kill ‘Em All’ de Metallica o la –por entonces- joven Madonna (25 años).
En el mundo del fútbol, Platini era el ‘rey’ con su Balón de Oro y el Bilbao era el mejor equipo en España.
Y la ocasión lo requería. La clasificación para
La gesta debía comenzar.
El 21 de diciembre de 1983 el equipo de Miguel Muñoz, debía enfrentarse a Malta, una selección muy débil que, a priori, debía caer goleado en feudo español.
El estadio elegido era el Benito Villamarín de Sevilla, perteneciente al Real Betis Balompié, un estadio que fue clave para la gesta.
El seleccionador, Miguel Muñoz, eligió un once de ensueño. Un equipo que cualquier entrenador habría querido alinear una vez en su vida. Un equipo que, a pesar de la gran barrera que les separaba de la gloria -once goles de diferencia-, tenía enfrente un equipo débil, semi-profesional y desconocido.
Y esa fría noche de diciembre, aquella víspera de Noche Buena, aquella noche en la que las estrellas se alinearon para convertir a España en un país ilusionado y a la roja en un inesperado rival de última hora, aquella noche, los once jugadores que salieron al verde del Benito Villamarín pasaron a la historia por su gran actuación. Porque Malta no era, ni mucho menos, una Francia, una Alemania o una Italia, pero era un rival que, sin ser conocido ni 100% profesional, puso contra las cuerdas a una España inmortal en esa noche mágica, y confiada de allí en adelante.
Pero algo debió pasar para que se alcanzase la gloria. La charla de Miguel Muñoz en esos quince minutos, la calidad de los once jugadores, la moral y el espíritu de creer en ellos mismos, la afición, las estrellas alineadas en el cielo, o cualquier efecto beneficioso para los colores de la roja activó a los seleccionados, que salieron tras el descanso a por todas, con las ganas de ganar y jugar
Y así fue.
Pero Maceda se quiso unir a la fiesta. Cinco minutos después, el defensa -entonces del Sporting- anotó el sexto gol poco antes de volver a mandar el balón a las mallas. Fue un minuto más tarde, en el
Y mientras John Bonello, el portero visitante, meditaba sobre sus declaraciones anteriores, de nuevo Rincón, lo despertó anotando el número 8 del lado español en el
Así, Sarabia consiguió el undécimo gol de los de Miguel Muñoz. La alegría se reflejaba en los rostros de los aficionados, quienes celebraron el esperadísimo y a la vez extraño gol número 12.
Señor, el fabuloso centrocampista del Zaragoza, consiguió, en memorable ocasión uno de los goles más recordados de la historia de la selección española.
Siete minutos de infarto, de ilusión y alegría. Siete minutos que lanzaron a España hacia una Eurocopa del 84 en la que llegaron a la final contra Francia y cayeron derrotados.
Ésa es otra historia.
El próximo día 21 de diciembre de 2008 serán ya 25 los años que cumplirá esta genial historia. Esperemos no tener que tardar tanto en volver a disfrutar de la selección española como lo hicimos este mismo verano.
Aquel 21 de diciembre de 1983, el 12-1 fue un regalo de Navidad adelantado para todos los españoles.
Imagen: Diarios de fútbol
5 comentarios:
El "lobo" Carrasco, y no el de Ayerbe, que todavía iba al colegio, marcó el trece a uno que nos lo anularon. Al día siguiente, en la escuela, cuando la mayoría de los que escribís, leéis y opináis en los blogs, no estabáis en la mente de vuestros padres, a nosotros nos dieron fiesta en el colegio y en la clase, por aquel entonces innovadora, de audiovisuales, se emitió el partido en diferido. No sé si lo televisaron por la primera o por el UHF, en aquellos años solo había dos canales, y volvimos a disfrutar solo unas horas después, de nuevo de los doce goles más uno anulado, y del gallo de Jose Ángel de la Casa, al cantar el duodécimo, el de Juán Señor, aquel fino mediocentro zaragocista, en la actualidad de cabello cano. Tasmbién dicen que el partido estaba amañado, y que Malta, potencia futbolística dónde las haya, recibió como compensación por participar en la gesta española, cantidades ingentes de material deportivo... Volviendo a entradas tuyas anteriores, va a ser que maletines, o por lo menos supuestos maletines, siempre los ha habido... pero eso es otra historia, y con siete añitos, recuerdo aquella noche y aquella mañana como una de las más felices de mi infancia futbolística de la selección. Abrazos.
Hola hermano.
Yo, lógicamente no lo recuerdo...
Lo he visto en documentales de fútbol, en Youtube y en gran cantidad de páginas web.
Debió ser 'la leche', aunque es una pena que esa noche -y esa mañana de resaca goleadora- sea una de las más recordadas en la historia del fútbol español (español de la selección...)
Creo que tantos goles te confundieron, puesto que creo que el que pudo hacer el gol del 12+1 fue Gordillo y no Carrasco, ni el de Ayerbe ni el maravilloso extremo 'culé'...
Un abrazo y esperemos que los chicos de Del Bosque, que en realidad son los de Aragonés, puedan hacer olvidar esos momentos mágicos pero poco gloriosos en realidad.
Tienes razón; Fue Gordillo. No me confundieron tantos goles. Hablaba de memoria, y aunque como sabes, la tengo buena, me ha fallado, quizás porque los goles se los repartieron entre Rincón, Santillana, Maceda y Señor, y quería un gol de un jugador del Barça, en tan magna gesta... jajaja.
Mis aplausos para el post Pablo. Debo ser sincero y decirte que no conocia esta historia, por lo que he quedado asombrado. Son de esas noches que quedan en el recuerdo de todos los amantes del futbol.
Un saludo.
www.dalepelota.blogspot.com
Que recuerdos de una noche mágica en un niño de 11 años...
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