Ayer hablábamos de los empates de Barça y Atleti como unos resultados no demasiado buenos. Hoy podemos decir que los resultados cosechados por Villarreal (1-1 en el Madrigal contra el Panathinaikos) y Madrid (0-1 en el Bernabéu contra el Liverpool) no son mucho mejores, es más, son -en el caso de los de la capital- bastante malos.
El equipo que mejor racha llevaba en la liga de los cuatro conjuntos de Champions, ha sido el único que ha caído, para más 'jodienda', en su propio campo y ante su propio público.
Hay que decir que se trata del primer partido de los dos que se juegan en esta ronda eliminatoria pero, si ya vas con desventaja en la ida, en tu campo y la vuelta se juega contra uno de los grandes históricos y actuales de Europa, el camino se torna subida imposible o, por lo menos, muy difícil.
En lo que he visto del partido (que se presumía partidazo) entre madrileños e ingleses, he logrado sacar un par de conclusiones.
La primera es que el Madrid, superior en la primera mitad del encuentro, ha echado en falta la chispa que suele tener su veloz y hábil extremo tulipán Robben y que hoy no ha sabido reflejar en el terreno de juego. El punto de mira se le ha desviado y la confianza ha ido desapareciendo conforme pasaban los minutos. No quiero decir que haya Robben-dependencia, ya que el Madrid ha ganado sin él, pero que cuando juega, como el equipo se centra en su juego y confía en sus internadas por la banda (tanto derecha como izquierda), si el holandés no se encuentra fino, pierde toda referencia arriba y se precipita demasiado en numerosísimas ocasiones.
En cuanto al equipo de Rafa Benítez, ha venido a jugar a lo que sabía desde un principio. Seguros atrás, los 'reds' han confiado además en la solvencia del centro del campo formado por Xabi Alonso y Mascherano. Con un cuadro ofensivo fuerte (liderado por Torres y un habilidoso Benayoun), el Liverpool ha tenido sus opciones de marcar. Pero, para mí, su problema ha sido la falta de verticalidad en sus combinaciones. Mucho toque, a veces de calidad, pero muy horizontal, demasiado y en repetidas ocasiones, dándome la impresión de retrasar y paralizar jugadas que parecían claras de gol. A mi mente viene alguna de Benayoun, muy rápido y hábil pero que a la hora de dar el pase final, ese que un Iniesta o un Guti de calidad (que por cierto hoy ha brillado por su ausencia) sabe hacer de la mejor manera y es capaz de dejar a un Torres veloz sólo ante la meta contraria.
Pero, para mí, el Liverpool no tiene a esa figura. Quizá Gerrard pueda ser ese hombre, pero lo veo como un centrocampista distinto, con un control de balón increíble, un disparo medio espectacular (como con el que Xabi Alonso ha callado al Bernabeú y les ha metido el miedo en el cuerpo) pero sin ese último pase tan característico. Pero da igual. Da igual porque no ha hecho falta un último pase ni un disparo lejano para callar las miles de voces madridistas. Sólo una falta incomprensible de un Heinze novato en el borde lateral del área ha servido para que el israelí red adelantase hasta el fin a los de la ciudad de los Beatles y dejase la eliminatoria muy cuesta arriba para los de Juande.
Aunque, viendo cómo se las gastan los merengues con su casta y orgullo, si yo fuese Benítez, no me confiaría ni daría al Madrid por muerto.
El equipo que mejor racha llevaba en la liga de los cuatro conjuntos de Champions, ha sido el único que ha caído, para más 'jodienda', en su propio campo y ante su propio público.
Hay que decir que se trata del primer partido de los dos que se juegan en esta ronda eliminatoria pero, si ya vas con desventaja en la ida, en tu campo y la vuelta se juega contra uno de los grandes históricos y actuales de Europa, el camino se torna subida imposible o, por lo menos, muy difícil.
En lo que he visto del partido (que se presumía partidazo) entre madrileños e ingleses, he logrado sacar un par de conclusiones.
La primera es que el Madrid, superior en la primera mitad del encuentro, ha echado en falta la chispa que suele tener su veloz y hábil extremo tulipán Robben y que hoy no ha sabido reflejar en el terreno de juego. El punto de mira se le ha desviado y la confianza ha ido desapareciendo conforme pasaban los minutos. No quiero decir que haya Robben-dependencia, ya que el Madrid ha ganado sin él, pero que cuando juega, como el equipo se centra en su juego y confía en sus internadas por la banda (tanto derecha como izquierda), si el holandés no se encuentra fino, pierde toda referencia arriba y se precipita demasiado en numerosísimas ocasiones.
En cuanto al equipo de Rafa Benítez, ha venido a jugar a lo que sabía desde un principio. Seguros atrás, los 'reds' han confiado además en la solvencia del centro del campo formado por Xabi Alonso y Mascherano. Con un cuadro ofensivo fuerte (liderado por Torres y un habilidoso Benayoun), el Liverpool ha tenido sus opciones de marcar. Pero, para mí, su problema ha sido la falta de verticalidad en sus combinaciones. Mucho toque, a veces de calidad, pero muy horizontal, demasiado y en repetidas ocasiones, dándome la impresión de retrasar y paralizar jugadas que parecían claras de gol. A mi mente viene alguna de Benayoun, muy rápido y hábil pero que a la hora de dar el pase final, ese que un Iniesta o un Guti de calidad (que por cierto hoy ha brillado por su ausencia) sabe hacer de la mejor manera y es capaz de dejar a un Torres veloz sólo ante la meta contraria.
Pero, para mí, el Liverpool no tiene a esa figura. Quizá Gerrard pueda ser ese hombre, pero lo veo como un centrocampista distinto, con un control de balón increíble, un disparo medio espectacular (como con el que Xabi Alonso ha callado al Bernabeú y les ha metido el miedo en el cuerpo) pero sin ese último pase tan característico. Pero da igual. Da igual porque no ha hecho falta un último pase ni un disparo lejano para callar las miles de voces madridistas. Sólo una falta incomprensible de un Heinze novato en el borde lateral del área ha servido para que el israelí red adelantase hasta el fin a los de la ciudad de los Beatles y dejase la eliminatoria muy cuesta arriba para los de Juande.
Aunque, viendo cómo se las gastan los merengues con su casta y orgullo, si yo fuese Benítez, no me confiaría ni daría al Madrid por muerto.
Imagen: As.com
1 comentario:
Rafa Benitez plateo muy bien el encuentro, maniato al Real Madrid y asi, e Liverpool se llevo un gran triunfo. Con tactica y oficio.
Los españoles, salvo el Barça, la tienen complicada.
Un saludo.
www.dalepelota.blogspot.com
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